Lo cierto es que para ser un buen administrador debes cumplir con los tiempos y tus obligaciones. Pero para convertirse en el ideal, debes aprender a leer más allá de las necesidades comunes del condominio. Desde cambiar la dinámica de los ascensores para que los residentes no hagan tanta fila, buscar nuevos proveedores que mantengan la calidad y ofrezcan mejores precios para bajar el gasto común o incluso considerar capacitaciones completas a todo el equipo de trabajo. Son acciones que si bien “no están en el contrato”, hablan de un administrador que se preocupa por la vida y convivencia en el edificio para todos los que están allí, ¡conoce más leyendo el siguiente libro virtual!