Conforme bajan las temperaturas en los meses de otoño e invierno, también aumentan los gastos relacionados con la calefacción, pudiendo llegar a representar entre un 40 y 60% de los gastos comunes en edificios que cuentan con sistemas de calefacción poco eficientes. Si a esto se le suma una mala distribución de los costos, puede que luego de la temporada de invierno se haya gastado más energía y dinero del necesario.
Actualmente, la mayoría de los edificios cuentan con calefacción central y optan por un prorrateo con base en el consumo; esto hace que quienes consuman más energía también paguen más, y beneficia a aquellos que gestionan mejor el uso de la calefacción. Sin embargo, el gasto energético en un sistema de calefacción central no solo comprende el consumo individual, sino también el gasto que implica calentar todo el sistema de tuberías, independiente de si se utiliza la calefacción o no, lo que puede generar un sistema altamente ineficiente. Este gasto extra se ve reflejado usualmente en los gastos comunes, lo que en última instancia significa un costo mayor para los residentes.
Aunque en el último tiempo se ha popularizado la instalación de radiadores eléctricos independientes en donde cada departamento solo paga por su consumo personal en calefacción, la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (Achee) recomienda el uso de calefacción central por ser mucho más eficiente. Así también lo cree el administrador y gerente general de BlancoPropiedad, Esteban Ruiz “un sistema de calefacción con piso radiante es la manera más eficiente de calentar los espacios. Los radiadores tienen un área limitada en que son eficaces, mientras que la losa radiante distribuye el calor uniformemente y necesita que el agua circule a menor temperatura (30-40°C, a diferencia de los 90° que usan los radiadores)”.
Además, el experto indica que preocuparse de las mantenciones de los equipos es también importante para que mantengan una buena eficiencia energética y alarguen su vida útil “una central térmica con sus intercambiadores de calor obstruidos o una caldera con sus quemadores en malas condiciones, podría estar provocando una pérdida de eficiencia y un derroche de gas de hasta un 30%” explica el administrador. "Una buena práctica, es mantener un plan de mantención anual, el cual sea operado por un mantenedor certificado y supervisado por la administración de manera mensual" para esto, existen herramientas que facilitan la programación y cumplimiento de las mantenciones, como ComunidadFeliz, software para la administración de edificios y condominios.
Sin embargo, ahorrar calor es mucho más barato que producirlo, por eso es mucho más fácil disminuir la necesidad energética preocupándose de la aislación térmica y buenas prácticas por parte de los residentes. Algunas recomendaciones que nos entrega el experto para mejorar la aislación térmica van desde la incorporación de materiales aislantes en techumbres y el reemplazo de ventanas normales por termo-paneles “su mayor utilidad se refleja en invierno, debido a que aísla el departamento de las bajas temperaturas exteriores, permitiendo que la calefacción central esté encendida menos horas al día, reduciendo la cantidad de metros cúbicos de agua caliente por uso de calefacción en su departamento”, hasta otras medidas más simples como ventilar los espacios hacia el mediodía, evitar abrir las ventanas después de ocultarse el sol o mantener cortinas y persianas cerradas para evitar la pérdida de calor.
“Una buena aislación térmica y un buen sistema de calefacción central, si bien son más caros en un principio, terminan ahorrando mucho energética y económicamente en el largo plazo” concluye el experto.
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